Una bomba recirculadora para calefacción se encarga de mover el agua caliente por todo el circuito del hogar. El circuito de la calefacción es un circuito cerrado, que por sí mismo no dispone de la fuerza suficiente para hacer circular el agua caliente. Por esto, todas las calderas contienen una bomba recirculadora; sin embargo, dependiendo del tipo de instalación, es posible que se necesite una extra, para darle apoyo.
La instalación de una bomba recirculadora para calefacción es muy sencilla, tan solo hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones:
- La bomba se sitúa en la tubería de impulsión del agua caliente, lo más cerca posible de la caldera.
- Debe estar conectada a la corriente eléctrica y en serie a la bomba de la caldera, para que funcione al mismo tiempo que lo hace esta.
- Si la instalación está dividida en varias zonas, es más recomendable utilizar una bomba recirculadora para calefacción en cada una de las zonas.
- Hay que tener en cuenta elegir la dimensión adecuada para la bomba, es decir, no exceder la presión recomendada ni quedarnos cortos.
Elegir una bomba recirculadora para calefacción adecuada
Como con todo tipo de bombas de agua, a la hora de elegir una bomba recirculadora para calefacción adecuada, es necesario adecuarnos a las necesidades de nuestra instalación. Si elegimos una bomba demasiado pequeña, la presión no será la necesaria y podemos dejarnos partes del circuito sin calentar.
Sin embargo, si elegimos una demasiado grande, la presión será excesiva y puede producir ruidos y desgaste en las tuberías, llegando incluso a generar fugas.
Para elegir la dimensión más adecuada de la bomba debemos centrarnos en las necesidades energéticas de la instalación; ya que su función es transportar el calor y no el agua pasa su uso.
En el mercado se puede encontrar la bomba recirculadora para calefacción adecuada para cada tipo de instalación, en dimensión y en velocidad.