Las bombas sumergibles son dispositivos electromecánicos diseñados para operar completamente sumergidos en el líquido que deben bombear. A diferencia de las bombas de superficie, que aspiran el agua desde fuera, las sumergibles la empujan desde dentro. Esto se debe a que contienen un motor eléctrico sellado que acciona un impulsor centrífugo, transformando la energía rotatoria en presión que impulsa el agua hacia la superficie.
Este diseño ofrece dos ventajas clave:
Mayor eficiencia energética, ya que aprovechan la presión hidrostática sin necesidad de aspiración adicional.
Funcionamiento silencioso, gracias al aislamiento que proporciona la inmersión en el líquido.
Al empujar en lugar de aspirar, reducen el gasto eléctrico, especialmente en tareas de elevación de agua desde alturas elevadas.
Al estar selladas en una carcasa estanca, están protegidas contra la cavitación y ofrecen mayor protección eléctrica, reduciendo riesgos de avería.
Su diseño sumergido atenúa el ruido y las vibraciones, lo que permite instalarlas sin molestias en entornos residenciales o comerciales.
Las bombas sumergibles se adaptan a distintos contextos:
Drenaje de sótanos, pozos y excavaciones
Riego agrícola y fuentes decorativas
Tratamiento de aguas residuales e industriales
Excavaciones mineras o acuíferas
Caudal y presión: cálculo en función del consumo, distancia vertical y horizontal de bombeo.
Tipo de fluido: agua limpia, con impurezas o aguas residuales; según ello se selecciona el impulsor más adecuado.
Materiales: resistente a la corrosión; acero inoxidable o plásticos de alta resistencia para entornos agresivos.
Configuración eléctrica: monofásica o trifásica, según disponibilidad de red.
Protecciones: flotador anti-seco, protección térmica, sellado IP68 para evitar cortocircuitos.
Profundidad de inmersión: cada modelo tiene una profundidad máxima operativa que se debe respetar.
Revisión periódica del impulso y caudal.
Inspección y limpieza de rejillas de admisión para evitar obstrucciones.
Control de sellos y estado de cables eléctricos.
Verificación de que la bomba permanezca siempre sumergida para evitar sobrecalentamiento.
Riego agrícola y paisajismo: desde cultivos hasta estanques y fuentes.
Abastecimiento de agua en zonas rurales: extracción desde pozos profundos.
Drenaje e inundaciones: evacuación de sótanos, obras y zonas anegadas.
Industria e infraestructuras: manejo de aguas residuales, de minas, en petróleo y construcción.
Especialización sectorial, con más de una gama de productos adaptados: pozos, drenaje, aguas pluviales o residuales.
Marcas de confianza, como Grundfos, Wilo, Saer o Danfoss.
Asesoramiento técnico y soporte, desde la selección del equipo hasta su puesta en marcha y mantenimiento.
Garantía y suministro fiable, disponible en España con servicio posventa efectivo.
¿Qué es una bomba sumergible?
Es una bomba electromecánica diseñada para operar completamente bajo el agua, empujando el líquido desde su interior.
¿Por qué elegir una bomba sumergida frente a una de superficie?
Porque ofrece mayor eficiencia, menor consumo, bajo ruido y fiabilidad, evitando problemas como la cavitación.
¿Cómo se mantiene una bomba sumergible?
Con limpieza de rejillas, revisión de sellos y cables, protección contra sobrecalentamiento y comprobación del nivel de inmersión.
¿En qué aplicaciones funcionan mejor?
Riego, pozos, drenaje, tratamiento de aguas residuales, minería e industria.
Las bombas sumergibles destacan por su eficiencia, versatilidad y robustez, adaptándose a múltiples sectores. Su diseño cerrado y operación bajo el agua las hace ideales para necesidades profesionales: residencial, agrícola o industrial.
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